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Entrevista a Miguel Molina

Miguel Molina decidió aventurarse en el camino del emprendimiento luego de haber perdido todo en 2018 producto de una estafa. Para salir adelante, colaboró con un colegio de Santa Cruz para enseñar a los niños la historia y el pasado de la comuna. Fue en ese momento cuando tuvo la brillante idea de traspasar esos conocimientos a un juego de mesa didáctico, dando inicio a su pyme “Descubriendo Tu”.

Hobbies: Leer y viajar

Lugar preferido para trabajar: Mi casa 

Emprendimiento que admires: Me gustan las artesanías, el trabajo manual

Antes de comenzar su emprendimiento, Miguel se desempeñó durante muchos años como gestor inmobiliario para proyectos de viviendas sociales, durante ese periodo, producto de una estafa perdió todo por lo que había trabajado, incluyendo su hogar.

Para volver a levantarse, comenzó a buscar nuevas oportunidades. Miguel siempre tuvo un gran interés por la investigación y la historia, ya que en el pasado estudió arqueología y antropología. Indagando, salió la oportunidad de realizar algunos talleres para un colegio de Santa Cruz. 

—Hice un taller pequeñito para enseñarle a los niños que hubo dinosaurios y animales que se extinguieron, para explicar la aparición del ser humano y así contar la historia ancestral y reciente de la comuna. 

Al ver que la instancia fue un éxito y generó gran interés, vio una oportunidad de negocios y decidió crear un juego de mesa parecido al clásico Monopoly. Con el apoyo del centro educativo crearon la primera versión de “Descubriendo Santa Cruz”, un tablero hecho de forma muy artesanal que se convirtió en el primer paso de este gran proyecto.

Comenzó a contactar con diferentes autoridades como alcaldes y concejales para mostrar su propuesta. En marzo del 2019, Miguel recibió una orden de compra para fabricar una versión de la comuna de Quellón. 

—Partí para allá, en ese momento teníamos como 20 mil pesos para comprar la olla, tomé un bus que me costó 19 mil pesos y llegué al final de Chiloé. De ahí en adelante todo cambió. Firmé un contrato con ellos, fueron muy gentiles y me dieron un anticipo que me ayudó a salir de algunos de los problemas financieros que tenía. Ese año mis hijas no habían entrado al colegio porque no podíamos comprar el uniforme.

Luego de lanzar el proyecto en Quillón, comenzaron a salir nuevas iniciativas en distintas localidades como Isla Maipo y en Palena al extremo austral de Chile. 

—Como empezaron a salir más contactos y contratos, me tuve que habilitar en tema de Chile proveedores, y fue bien especial porque siempre había estado del otro lado del mesón. Fui a Sercotec donde me explicaron cómo funcionaba el sistema y de a poco me fui interesando en los proyectos del Estado. Comencé a desarrollar nuevos tableros, a contactar con especialistas y crear una gran cantidad de productos. 

Sin embargo, con la llegada del estallido social, el panorama de Miguel tuvo que cambiar. 

—Había firmado varios contratos, pero ese momento me afectó bastante porque los municipios con todo el movimiento, ocuparon recursos para reparar los daños inmobiliarios que se generaron. 

A pesar del panorama incierto, Miguel siguió trabajando en su proyecto, y para el 2020 se adjudicó el programa reactivate con el que sacó una segunda versión del juego piloto “Descubriendo Santa Cruz”.

—Si tú vieras el primer proyecto parecía una caja de pizza. Una cosa bien chistosa, pero para mí en ese momento era como escribir un libro. Ahora el tablero es de seis colores, con una caja termolaminada, hay mucha producción.

Entonces se imprimió la segunda edición y la empezamos a vender de forma minoritaria en Santa Cruz, mi señora salía con 10 cajas a recorrer la zona —Comenta Miguel sonriendo.

Cuando menos se lo esperaba, recibió un llamado de parte de la municipalidad de La Florida para una orden de compra de 20.000 ejemplares. 

—No lo podíamos creer. Me dijeron Miguel trae una factura y te damos un anticipo del 30%, así con mucha confianza. Tomé esos recursos, pagué la imprenta y empezaron a salir los juegos. 

Actualmente el emprendimiento cuenta con más de 29 versiones de distintas comunas de Chile, además están trabajando en tableros para concientizar y educar en temas sociales de gran importancia como: el reciclaje, la violencia de género y el consumo de drogas. 

Por otro lado, Miguel no solo piensa llevar sus juegos a todo Chile, también está trabajando en versiones internacionales como “Descubriendo Bolivia” y “Descubriendo México”. 

—¿Por qué decidiste emprender? 

—Tengo 50 años, trabajé 20 en un municipio y 10 construyendo casas. Cuando llegas a la municipalidad con un currículum como el que logré, es difícil que te contraten porque estás sobrecalificado, o eso es lo que te dicen. A pesar de que en estas instituciones se manejan muchos recursos, para mi la remuneración no era satisfactoria. Así que tuve que dedicarme a emprender, me nació el bichito y te prometo que no vuelvo nunca más porque estoy trabajando en lo que me gusta. 

—¿Cómo divides tu tiempo entre el emprendimiento y tu vida personal?

—Maravillosamente, yo trabajo desde mi casa. Tengo la suerte que puedo ir a buscar a mis niñas al colegio o si los fines de semana estamos apurados con alguna entrega me voy con mi familiar a los lugares donde me contratan. 

Dispongo de mi tiempo, si quiero duermo o me voy a la playa. Es muy gratificante, definitivamente el no tener un empleador me ha dado muchas posibilidades. 

Tengo que trabajar mucho de noche por la lectura, en mi casa hay mucho ruido, mis hijas son muy bulliciosas, entonces a esas horas puedo leer los contenidos que tengo que desarrollar. Hay que ser muy observador porque no puedes equivocarte, colocar mal una fecha o una referencia puesto que mi trabajo está muy al escrutinio público. Hay mucha lectura, análisis de texto y entrevistas a personas de las localidades. 

—Para ti ¿Cuál ha sido el mayor desafío en todo este camino?

—Mantenerme, cuesta demasiado. Yo no cobro mucho, siempre trato de ser justo y también a veces se demoran los procesos y los pagos. Con mi familia arrendamos, también tenemos una persona que trabaja con nosotros, se suma la luz, el agua, los proveedores, y la verdad no tiene que ver con el capital de trabajo, creo que si tuviera plata igual me costaría porque el proceso de crear un juego puede ser muy largo, de hecho estamos trabajando en uno sobre el consumo de drogas que se ha demorado más de dos años en salir. 

A veces hemos estado con la plata justa para la olla y me toca hacer una investigación, allí te gastas 200 o 300 mil pesos en el viaje. Cuando te entregan el dinero a fin de mes, también llegan las cuentas,  además debes invertir en el proyecto y entre suma y resta al final no queda nada.

—¿Cómo te gustaría ver a tu emprendimiento en el futuro?

—Hace un tiempo atrás vimos a dos niños en una plaza jugando con uno de nuestros tableros, fue maravilloso. También al final del año pasado una profesora le contó a mi señora que en el colegio donde trabajaba querían regalar el juego de “Descubriendo Santa Cruz”. 

Me gustaría que cuando los niños quieran saber sobre el espacio, jueguen con nuestra futura creación que será sobre el sistema solar, que cuando alguien esté parado en un servicentro mientras echa bencina y mire uno de los volcanes, sepa su nombre porque lo aprendió gracias a nosotros —cuenta con anhelo. 

Miguel habla también de otros proyectos para expandir el catálogo de sus juegos de mesa, con la ayuda de expertos está desarrollando distintos proyectos sobre temas como: el reciclaje, el consumo de drogas e incluso la violencia de género.

—Es un orgullo para mi porque nació en el seno de nuestra familia, estamos colaborando hace rato con una clínica psiquiátrica que se llama Renoval, que se enfoca en el consumo de sustancias. El juego se llama “Descubriendo las verdades y los mitos del consumo de drogas” y existe en tres formatos, uno enfocado a la prevención, el segundo para familiar en las que existe un historial de consumo y el tercero dedicado a terapeutas. 

Otro de los planes para el futuro de la pyme es concretar unas propuestas para las comunas con mayor presencia de inmigrantes donde desean generar más integración a través del lenguaje. 

—En Llanquihue pidieron que hiciéramos un juego en teczungun, que es el mapudungun del sur de Chile. Lo desarrollamos con unas profesoras de educación intercultural bilingüe de la comuna y fue maravilloso. Imagínate si lográramos hacer la versión en Creole para que ellos puedan entender nuestra cultura, identidad y patrimonio. 

También espera en el corto plazo poder llegar al retail. Miguel se encuentra en conversaciones con una marca para comenzar a vender tres de sus productos por e-commerce, sin embargo, su objetivo es ver sus tableros en las góndolas.

—”Descubriendo los dinosaurios y la fauna extinta” es parte de una saga cultural, porque los dinosaurios los encuentras en territorios que fueron habitados por indígenas, entonces se puede vincular con el juego de la ancestralidad y también se asocia a otro juego que estamos desarrollando que se llama “Conociendo nuestros volcanes”. 

Queremos que nuestros productos estén en la tienda y que las personas se los lleven y aprendan con esta metodología tan bonita que es el jugar. 

—¿Qué le dirías a alguien que está pensando en emprender? 

Siento que hay un concepto que es el arrojo, el verdadero desafío es lanzarse. Existen dos alternativas, fracasar, que en realidad todos hemos fracasado y por otro lado, el éxito que parece algo más difícil de lograr. 

Para mi el segundo en realidad está relacionado a la felicidad, yo después de ser estafado no me derrumbé nunca. Siempre trato de estar contento y gozar de lo que hago. Mi mensaje es que vas a ser feliz porque trataste de cumplir un desafío y trabajar por lo que querías, a pesar del resultado. 

En la sociedad siempre se vincula la felicidad con las cosas materiales, la plata que se tiene, el auto, los viajes. Si a ti te hace feliz un auto bien, si quieres viajar, bien también, pero siento que puedes encontrarla en cosas mucho más simples pero significativas, a mi me llena el poder ir a buscar a mis hijas al colegio, dormir un poco más, compartir con mi mujer o caminar por la playa. 

Si al emprender no lograste salir adelante, pero pusiste todo el empeño, esfuerzo y formaste parte de algo, creo que es satisfactorio igual. Siempre dicen que se puede intentar una vez, pero eso es falso, la vida te da muchas oportunidades. Yo tengo 50 años y me he reinventado cuatro veces.

Entrevista publicada en Asech Chile