Ninguna empresa puede permitirse el lujo de ignorar el flujo de caja. Así que aquí hay algunos trucos para mantener un flujo saludable de dinero en su empresa
El flujo de caja es el alma de las pequeñas empresas. Un balance saneado significa que las empresas están en mejor posición para invertir en nuevos productos y servicios y que los empresarios pueden negociar condiciones más favorables con sus proveedores.
Pero la gestión del flujo de caja puede ser un reto. Una investigación realizada por American Express reveló que casi la mitad de los líderes de las PYME se preocupan por el flujo de caja, lo que a su vez les distrae de la ampliación de su negocio.
Sin embargo, no tiene que ser así. Algunos consejos que se pueden aplicar para ayudar a mantener las finanzas del negocio bajo control. En última instancia, los empresarios son más libres para centrarse en lo que más importa: la gestión y planificación del crecimiento empresarial.
Verificación completa de crédito de los proveedores
Si bien esto puede parecer más lento a corto plazo, definitivamente vale la pena a largo plazo. Asegurarse de que tanto los proveedores nuevos como los existentes sean solventes le dará confianza para que puedan pagar sus facturas. Y esto no sólo significa proveedores más pequeños.
Sea puntual con la facturación
Retrasar o aplazar la redacción y emisión de facturas frente a tareas más urgentes y con plazos de entrega más cortos es muy frecuente. Cuanto más tardes en facturar, más tiempo tendrás que esperar a que se procesen los pagos y llegar a tu cuenta. Asegurarse de que las facturas se emiten tan pronto como se termina el trabajo, y de que sus clientes esperan que lleguen a este punto, evitará demoras innecesarias en el pago. Después de todo, usted y su equipo han hecho todo el trabajo duro, por lo que debe asegurarse de que le paguen por ello a tiempo.
Considerar incentivos para animar a los deudores a pagar a tiempo
La puesta en marcha de un proceso de escalada acordado y coherente para perseguir cualquier retraso en los pagos es una precaución sensata. Pero una forma más positiva de animar a los clientes a pagar a tiempo es a través de incentivos, como pequeños descuentos o condiciones de repetición más favorables. Esto mantiene su relación con los clientes en un pie positivo y ayuda a reducir los días del deudor.
Sepa cuándo sus proveedores esperan el pago
De la misma manera que usted acordaría sus condiciones de pago y comunicaría claramente los plazos con sus clientes, asegúrese de saber cuándo esperan el pago sus proveedores. Esto no sólo ayudará a evitar tensiones inesperadas en el flujo de caja, sino que también ayudará a mantener el efectivo en su cuenta el mayor tiempo posible.
Revisar regularmente los costos recurrentes y el efectivo en los activos
Las pequeñas empresas cambian rápidamente y pueden superar rápidamente sus necesidades y servicios actuales. Revise esto regularmente, por lo menos una vez al año y tenga una buena limpieza de primavera de cualquier suscripción o servicio para el que su negocio ya no tenga uso. Paralelamente, se revisan periódicamente los proveedores, como los de servicios públicos o de tecnología, para ver si hay precios más competitivos disponibles en el mercado o si las condiciones existentes pueden renegociarse. Del mismo modo, la revisión de sus inventarios puede identificar algunos que no se utilizan regularmente o que necesitan una actualización que podría venderse para liberar espacio y generar un poco de dinero extra.
Contar con un proceso de pago sin contratiempos
Hacer que el proceso de pago sea más sencillo para sus clientes facilita sus vidas y un buen sistema también proporcionará transparencia que puede ayudarle a hacer un seguimiento de sus pagos y, en última instancia, a gestionar su balance general.
Fuente: Carlos Carriedo | P21